Hace una década, nos interesaba una alternativa al antiguo sistema de hacer a los médicos un pago por cada servicio, examen y procedimiento. Así que comenzamos a pagar a los médicos participantes por mejoras en la calidad y la eficiencia de la atención. Por ejemplo, recompensamos a aquellos médicos cuyos pacientes mejoran su control de afecciones crónicas como la hipertensión y la diabetes: un control que ayuda a los pacientes a evitar complicaciones devastadoras, como decir ataques cardíacos, derrames cerebrales, falla renal o ceguera. Nuestro enfoque devino en un estándar nacional y los estudios de investigación han demostrado que resulta en mejor atención y menores gastos. Ahora estamos ampliando a los hospitales nuestro modelo de pago con base en el valor.
Tradicionalmente, los hospitales ganan más si admiten un alto volumen de pacientes y no reciben recompensas financieras por contribuir a mantener fuera del hospital a personas que no necesitan atención hospitalaria. Estamos cambiando eso. Conforme nuestro nuevo programa, que se está probando junto con South Shore Health System, Blue Cross suministrará datos, apoyo e incentivos financieros para contribuir a que el hospital se asegure de que los pacientes reciben tratamiento en el entorno más apropiado para sus necesidades, lo mismo en el hospital que en el consultorio de su médico, un centro de urgencias o su propio hogar. El modelo insta a los hospitales a promover la atención en sus comunidades: colaborando con médicos en su área geográfica para mejorar la calidad, los resultados y los costos para los pacientes de quienes cuidan, y a recompensarlos por hacerlo.
"Lo más alentador acerca de esta asociación es que el hospital y el plan de salud finalmente están conjugando esfuerzos en el mismo lugar y con el mismo objetivo: disminuir los costos, al par que se mejora la calidad de la atención".
Dr. Gene E. Green,
Presidente y ejecutivo jefe, South Shore Health System (izquierda, en la foto)
Lea sobre cómo este programa se diseñó en "Innovación en acción"
Propagando las medidas de calidad centradas en el paciente
"¿Cómo se siente?", podría lucir más bien como una pregunta cortés, antes que una evaluación médica, pero hemos establecido que cuestionarios para el paciente cuidadosamente diseñados pueden contribuir a medir los resultados de cirugía y otros procedimientos, como también ser una guía para futuros tratamientos. Hemos estado colaborando con grupos de médicos a través de Massachusetts para utilizar mediciones de resultados reportados por pacientes —PROMs, por su sigla en inglés— para encuestar a las personas que se someten a tratamiento por afecciones que van desde la depresión al cáncer de próstata, la angina y el dolor en las articulaciones. Juntos, estamos recopilando datos firmes sobre lo que los pacientes dicen a sus médicos acerca de sus síntomas, el dolor, su capacidad para funcionar y su bienestar antes y después de una cirugía, terapia u otros procedimientos. Esta información de "antes y después" permite a los médicos enterarse de cuáles tratamientos consiguen los mejores resultados para los pacientes que tienen un perfil clínico determinado. Y eso, a la vez, les permite refinar sus planes de tratamiento para pacientes individuales.
"A las PROMs se les considera cada vez más como una de las mediciones de calidad más relevantes: en verdad promueven la atención centrada en el paciente con medidas que nos informan cómo se sienten los pacientes y cómo están funcionando", dijo Dana Gelb Safran, vicepresidenta sénior de analítica empresarial de Blue Cross. "Por ejemplo, estas medidas están contribuyendo a mejorar el diagnóstico de depresión y, una vez hecha la diagnosis, ayudan a monitorear, de manera cuantitativa, si los pacientes están mejorando. Igualmente, para pacientes con dolor de cadera, rodilla o de espalda, las medidas reportadas por los pacientes permiten a los médicos cuantificar el grado de deterioro que sus pacientes están experimentando, como también medir la mejora que resulta con la cirugía, la terapia física u otro tipo de tratamientos".
La Mount Auburn Cambridge IPA, una organización de 500 médicos de atención primaria y especialistas en poco más de una decena de comunidades en el área metropolitana de Boston, ha hecho de la detección para depresión un elemento rutinario de las visitas anuales de sus pacientes. Utilizando un cuestionario estandarizado, los pacientes verifican cuántas veces durante las dos semanas anteriores han batallado con asuntos como la falta de sueño, energía, apetito y concentración; sentimientos de depresión, desesperanza y fracaso; o pensamientos de autolesionarse. Sus puntajes, que se incorporan a su historial médico, se utilizan para diagnosticar la depresión y, según sea la gravedad, determinar la mejor vía de tratamiento, incluyendo si recetar medicamentos o referirlos a un psiquiatra.
"Es posible que un paciente no quiera hablar con su médico sobre su depresión, dado el estigma que conlleva, o que ni siquiera se haya percatado de ella sino hasta completar el cuestionario. Utilizarlo nos ha abierto los ojos para pensar con más detenimiento a cómo se siente el paciente y cómo responder y dar seguimiento a su tratamiento, cuando se obtiene un resultado positivo de depresión".
Dr. David Shein,
director médico de MACIPA (foto de la derecha)
MACIPA también utiliza las PROMs como herramienta para mejorar la adherencia de sus pacientes a las terapias con medicamentos. "Encuestamos a los pacientes de nuevo, luego de su tratamiento", dijo Shein. "Una vez tenemos los datos de seguimiento, podemos establecer si determinados antidepresivos resultaron en una mejor o peor adherencia, y si la adherencia fue mejor cuando la receta la emitió el médico de atención primaria del paciente o un psiquiatra. Con las PROMs, uno puede analizar la manera en que distintos enfoques mejoran la atención del paciente y los resultados, lo cual constituye el objetivo final de nuestra práctica".