Perspectiva del CEO
Queridos amigos:
Agradezco esta oportunidad de compartir algunas reflexiones sobre los graves desafíos a los que se enfrenta el sistema de atención médica de nuestro estado y lo que estamos haciendo para abordarlos.
En primer lugar, quiero decirles que en Massachusetts tenemos muchos motivos para estar orgullosos. Somos líderes nacionales en reducción de la tasa de personas sin seguro; tenemos hospitales, médicos, centros de salud comunitarios y programas de investigación de primer nivel internacional; nuestros planes de salud sin fines de lucro se encuentran entre los mejor calificados del país en cuanto a la calidad y la satisfacción de sus miembros; y somos uno de los estados con mejores resultados en salud pública. Pero aún queda mucho por hacer.
Nuestro sistema de atención médica atraviesa una situación complicada. A nivel estatal, no contamos con suficientes profesionales de atención primaria y salud mental para satisfacer la creciente demanda. Los hospitales sufren escasez de personal y presiones financieras por todas partes. Hay muchos médicos clínicos frustrados y agotados. Innovadores medicamentos y procedimientos con precios desorbitantes aparecen en el mercado, y las aseguradoras, los empleadores o los particulares tendremos que pagar por ellos si queremos tener acceso a esta medicina tan avanzada. Muy a menudo, los consumidores y los pacientes se sienten confundidos, insatisfechos y desalentados por la falta de claridad, coordinación y continuidad de su atención y cobertura. Surgen preguntas importantes sobre de qué manera los planes de salud pueden ayudar a financiar el costo de la atención médica de los miembros. Además, hay demasiadas desigualdades raciales y étnicas con respecto a quién recibe la atención que necesita.
Estos problemas no son exclusivos de Massachusetts, pero se ven agravados por el hecho de que los costos de la atención médica en nuestro estado se encuentran entre los más altos del país. El gasto en hospitales, médicos y servicios farmacéuticos viene creciendo a mayor ritmo desde hace más de una década, superando a la inflación regional y los aumentos salariales. Estos elevados costos se trasladan a las personas, las familias, las empresas y todos los niveles del gobierno, dejando de lado otras prioridades importantes y haciendo que nuestro estado sea menos competitivo.
Nuestra principal prioridad sigue siendo la asequibilidad. En Blue Cross, nuestra función como aseguradora de salud consiste en repartir la carga financiera de los gastos de atención médica entre una amplia población (en nuestro caso, 3 millones de miembros), para que las personas y las familias puedan recibir la atención que necesitan sin caer en la ruina económica. Negociamos con hospitales, médicos y compañías farmacéuticas el mejor precio posible, y trasladamos ese ahorro a nuestros miembros y clientes empleadores.
Lo que nos diferencia del creciente sector comercial de la atención médica es que, como entidad sin fines de lucro que paga impuestos, nos centramos en crear valor para nuestros miembros, clientes y comunidades, y no para los accionistas. Más del noventa por ciento de cada dólar de prima se gasta en atención hospitalaria, servicios médicos y medicamentos recetados, y nuestro margen operativo es inferior al uno por ciento.
Estoy especialmente orgullosa de nuestro trabajo en el mejoramiento del acceso a la salud mental, la salud de la mujer y la equidad en la salud, que no tiene precedentes en el sector; así como de nuestra posición de liderazgo en el desarrollo de modelos de atención basados en el valor, que remuneran a los profesionales clínicos en función de su capacidad para controlar los costos totales y mejorar la calidad. Por supuesto, todo esto es posible gracias a las extraordinarias personas que eligen trabajar aquí.
Dada la situación actual, no creemos que nuestra presión económica disminuya a corto plazo. Por lo tanto, el próximo año y los siguientes adoptaremos un enfoque aún más disciplinado para ser más eficientes en la administración de nuestro negocio, al tiempo que seguiremos trabajando enérgicamente y en colaboración para frenar el aumento del gasto en servicios médicos y farmacéuticos.
¿Cómo puede la comunidad dedicada a la atención médica aunar esfuerzos para encontrar soluciones? Si bien hay muchas dudas sobre cómo la administración Trump y el nuevo Congreso abordarán las cuestiones clave de la atención de la salud, sabemos que se avecinan cambios. Seguiremos de cerca y aportaremos nuestro grano de arena a los debates políticos nacionales según sea necesario, pero continuaremos centrándonos en lo que podemos hacer aquí, en Massachusetts.
Y no hay ningún otro lugar en el que preferiría estar haciendo este arduo trabajo. La gran mayoría de las partes interesadas en la atención médica nos centramos en el paciente, en la comunidad y en nuestra misión. Muchos de nosotros llevamos años trabajando para defender nuestra condición de estado con la tasa más baja de residentes sin seguro médico. Siempre supimos que la asequibilidad sería la parte difícil, y sin duda lo es.
Los responsables de los planes de salud y las compañías farmacéuticas, los proveedores, los empleadores, los líderes de la comunidad, los legisladores y los encargados de las regulaciones deben aunar esfuerzos para encontrar soluciones que contemplen los costos, la calidad, el acceso y la equidad. Tenemos que reforzar los intereses y valores que compartimos, e identificar, priorizar y resolver, siempre que sea posible, nuestros conflictos internos. En Blue Cross, estamos comprometidos a trabajar con todos y cada uno de ellos para que así sea.
Gracias por su colaboración y apoyo.
Sarah Iselin
Presidenta y directora ejecutiva